De la sombra a la luz

ENFOQUE MANUAL

Laura Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Laura Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Kamala Harris, la actual Vicepresidenta de Estados Unidos y ahora candidata a la presidencia ha resurgido de la sombra del presidente Joe Biden durante su gestión.

La demócrata rompió la barrera de la discreción y distancia para tomar la batuta del propio Biden y elegir continuar su legado y sus planes de trabajo, así como sus propias propuestas progresistas.

La Vicepresidenta supo mantenerse en la sombra, sin causar una mínima señal de atención. Esperó su momento y lo hizo bien.

Pensemos que no sólo es que Kamala haya roto el récord de recibir donaciones económicas por parte de donantes del Partido Demócrata que se convencieron al momento en que Joe Biden decidió retirarse.

Harris y su equipo recaudaron más de 81 millones de dólares en las primeras 24 horas, es decir el respaldo total de los suyos y una vorágine de impulsos para alardear una posibilidad de triunfo frente a Trump.

¿Qué pasó con Trump? Pues el enojo, la molestia y el ataque directo hacia la Vicepresidenta. Incluso personajes como Elon Musk detuvo su inversión en la campaña del republicano.

Kamala está siendo el tema principal en Estados Unidos y el mundo, su designación y su aceptación han dejado atrás momentos históricos que se han vivido en estas elecciones norteamericanas como el fallido debate de Joe Biden que prendió las alertas de todos, el intento de asesinato de Donald Trump y el anuncio de retiro por parte del presidente para su reelección.

Hoy ya no hablamos del intento de asesinato, de la falla del Servicio Secreto, de la sangre en la oreja de Trump, de sus seguidores en la Convención Republicana que adoptaron el parche en la oreja como una señal de apoyo.

Kamala Harris, la actual Vicepresidenta de Estados Unidos.
Kamala Harris, la actual Vicepresidenta de Estados Unidos.Foto: Reuters/Jon Cherry

No, la agenda ha cambiado y hoy, a molestia de muchos la tiene una mujer y su nombre es Kamala Harris.

Tan es así que en las agencias de información internacionales la mayor cantidad de fotografías son de ella y no de él. La cobertura está siendo todo lo opuesto a lo que sucede en el territorio republicano.

Esta imagen que captura el fotoperiodista y ganador del Pulitzer Jon Cherry, es una escena mítica de Estados Unidos.

Como ya lo he repetido en muchos espacios, Estados Unidos y su poderíos siempre se ve o se tiene que ver reflejado en la inmensidad, en lo magnánime en los espacios.

El cielo azul, el asfalto de la pista húmero, y con todo y la presencia del Servicio Secreto (que hoy más que nunca tienen que estar visibles) y la camioneta blindada color negro al fondo, son “accesorios” perfectos para fortalecer y empoderar la imagen de la vicepresidenta, mejor dicho, de una mujer en el poder de Estados Unidos.

Kamala con una mejor selección de trajes sastres, con colores que sí le vienen bien y no los azules pasteles, camina con pasos certeros.

Jon supo a bien realizar esta toma que encumbra a una mujer que hoy en día funge como la Vicepresidenta, va en camino para tomar el papel de la Presidenta.

Los fotógrafos que cubren a este tipo de personajes, en una escena como este en donde la amplitud lo es todo y puede ser un enemigo perfecto para que la imagen no tenga ningún tipo de fuerza, deben saber colocarse para ubicar a su target y empoderar su trabajo.

Esto hizo Jon, esperar el paso adecuado en donde el cuerpo de Kamala Harris de el paso correcto y alineado con sus brazos, su mirada al frente y la barbilla en alto. Cada una de las posturas son cuidadas y van de la mano con el cargo que tienen.

Sino me creen, miren a los elementos del Servicio Secreto, su postura y su imagen y es y será siempre totalmente distinta a quien atrae los reflectores.

Kamala salió de la sombra a la luz o si lo quiere ver de otra forma, dejó de ser “la” sombra, para ser ella con su propia luz.