Un derroche llamado Financiera del Bienestar

Desde hace varios años Telecomm de México fue un eficaz dispersador de los programas sociales federales, así como un canal de bajo costo para el envío y cobro de remesas para los paisanos; convertirlo en una financiera popular, una de objeto múltiple o un corresponsal bancario de la Secretaría de Bienestar hubiese sido una buena idea al inicio de sexenio, no luego de 25 mil millones de pesos invertidos en las inoperantes sucursales del Banco del Bienestar, tres directores de esa entidad e igual número de secretarios, incluyendo a la actual titular del ramo, Ariadna Montiel.

La conversión de Telecomm de México es la aceptación tácita del Gobierno de que las sucursales de ese banco han sido un fracaso: con casi un año de rezago se espera entren en operación mil sucursales de las 2,600 proyectadas de la institución actualmente dirigida por Víctor Lamoyi. El hecho de que la realidad tecnológica esté llevando a los servicios financieros hacia las aplicaciones móviles usando las redes de Internet por su flexibilidad y abatimiento de los costos inmobiliarios hace dudar sobre la lógica económica de crear una enorme red de sucursales… a menos que la lógica sea política e ideológica como lo es realidad. Pero sin conectividad de internet y un conflicto irresuelto —que incluye presunción de corrupción— para la instalación de cajeros automáticos desde la dirección de Rabindranath Salazar, tampoco hace sentido funcional una red de oficinas vacías… a menos que el gasto en sí mismo, haya sido el objetivo de fondo.

Precisamente el costo operativo es otro de los aspectos que no puede omitirse para la Financiera del Bienestar. Los cálculos hechos por el especialista en materia presupuestal Mario Di Costanzo es que el costo de los programas sociales (adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, pensiones para discapacitados) de casi 12 mil millones de pesos este 2022, duplicando los recursos para su manejo a través de la autorización del congreso de cargarle un “extra” por intermediación del 3%: ese enorme costo serviría, precisa, para atender a 383 mil adultos mayores y a 45 mil personas discapacitadas.

Además de ello, formar una financiera popular (Sofipo) o una múltiple (Sofom) puede llevar hasta dos años para que sus procesos sean validados y certificados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a cargo de Jesús de la Fuente, para acreditar la captación de recursos del público y otorgar financiamiento de manera racional. Pero considerando que Banco del Bienestar está prácticamente quebrado y cuya cartera vencida del 35% fue cargada como pérdida a cuenta del gasto público, ya se puede uno imaginar que sucederá con Telecomm -una vez que sea escindido de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes- como Financiera del Bienestar.

Cemex, ¿depreda? Durante muchos años la máxima de Cemex fue no competir con sus clientes, las empresas constructoras, en la ejecución de obra pública o privada: su foco era desarrollar las mejores soluciones sustentables y costeables de materiales para la construcción. Sin embargo, de un tiempo para acá, inicialmente en las inmediaciones de Monterrey, la compañía dirigida por Fernando González empezó a obtener contratos relativamente pequeños de diversas obras… hasta la semana pasada en la que ganó el contrato por más de mil millones de pesos para rehabilitar el Boulevard Luis Donaldo Colosio en Cancún, lo cual dejó más que sorprendidos a muchos integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción que encabeza Francisco Soleares. ¿Pos qué pasó?

Pancho González llega a López-Dorada. Y la nueva en el sector de alimentos es que la firma radicada en Oklahoma City, López-Dorada Foods, eligió como su nuevo presidente del consejo de administración al experimentado directivo Francisco Pancho González. Bueno, ahí nada más, Pancho fue el director general de McDonald’s Corporation México y posteriormente vicepresidente para las Américas de Inspire Brands y responsable de todas sus marcas como Arby’s, Baskin-Robbins y Wild Wings, entre otras. Y ahora, toma las riendas de una firma líder en el procesamiento de proteína de origen animal.

Lala comparte. En el marco del Día mundial de la leche, en alianza con 15 asociaciones ubicadas en 10 estados del país: 6 casas hogares, 8 comedores estudiantiles y 1 centro comunitario indígena, a través de una campaña en redes sociales denominada “Un Vaso Lala Para Compartir”, Grupo Lala, presidido por Eduardo Tricio dará a conocer el compromiso por entregar durante un año, un millón de vasos de leche a través de Fundación Lala a niños y niñas en edad escolar de comunidades en alta marginación. Nos cuentan que este apoyo será adicional al que ya se realiza actualmente con el que se beneficia a más de 50 mil niños y niñas diariamente.